01 Octubre 2010
El IEO afirma que la talla mínima de captura del mero es cuatro centímetros inferior a la primera maduración
Un detallado análisis de los patrones reproductivos de 400 meros capturados en aguas de Mallorca y Menorca entre 1998 y 2004; desarrollado por científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Dirección General de Pesca del Gobierno de las islas Baleares y el CSIC, sugiere la revisión de algunas medidas de gestión como la talla mínima de captura que, según este estudio, es cuatro centímetros inferior a la talla de primera maduración de la especie.
Investigadores del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO, de la Dirección General de Pesca del Gobierno de las islas Baleares y del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC han publicado en el último número de la revista Scientia Marina los resultados de un detallado análisis sobre los patrones de reproducción del mero en el archipiélago balear y sugieren la revisión de algunas medidas de gestión en cuanto a la explotación de esta especie.
En este trabajo, realizado mediante el análisis de 400 meros capturados con pesca artesanal y recreativa entre 1998 y 2004 en aguas de Mallorca y Menorca, se ha estudiado la época y duración de la reproducción, la talla y edad en la que alcanzan la madurez sexual, la fecundidad y los mecanismos que determinan el cambio de sexo en esta especie hermafrodita.
Hermafroditismo secuencial
El hermafroditismo del mero es secuencial, lo que significa que todos los individuos nacen de un sexo y en un momento de su ciclo de vida se transforman en el otro. En este caso el mero nace hembra. A los 6 años, cuando mide 49 centímetros, alcanza su madurez sexual como hembra y, cuando tiene entre 7 y 17 años y mide entre 52 y 77 centímetros es capaz de convertirse en macho cuando éstos escasean en el grupo.
“Identificar los patrones de reproducción de una especie es esencial para comprender la dinámica de la población y diseñar medidas de gestión adecuadas para su recuperación y conservación” explican los autores del artículo. Los científicos han observado machos con tallas similares a la talla de maduración de las hembras, lo que significa que el grupo está tan sobrexplotado, que las hembras se ven forzadas a convertirse en machos apenas un año después de alcanzar la madurez sexual.
También se han observado hembras que alcanzan las máximas tallas y edades de la población lo que indica que no siempre es la hembra más grande la que cambia de sexo. Dado que la fecundidad aumenta con la talla y edad (una hembra pone entorno a 334.000 ovocitos por cada kilo de peso) esto podría responder a una estrategia para mantener una elevada capacidad reproductora.
Los investigadores apuntan que “es necesario modificar la talla mínima de captura que está establecida en 45 centímetros, cuatro por debajo de la talla de primera madurez de las hembras”. Y que además “este estudio indica la necesidad de proteger a los ejemplares de mayor talla y edad, a través de, por ejemplo, la creación de zonas cerradas a la pesca”.
El mero (Epinephelus marginatus) es una especie emblemática del Mediterráneo, con un alto valor comercial y cuyas poblaciones se encuentran sobreexplotadas en toda su área de distribución, estando actualmente incluida en la lista roja de especies amenazadas. Al igual que otros grandes serránidos, el mero es una especie de crecimiento lento que puede alcanzar los 60 años de edad y más de 1 metro de longitud. Se distribuye en los fondos rocosos del Mediterráneo y del Atlántico, preferentemente desde la superficie hasta los 50 metros de profundidad, aunque puede alcanzar los 250.Fuente: Agencia EFE
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